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El verde blandiblú, la gran sorpresa de 2018 y el color que usaremos este otoño
El color verde blandiblú es la última tendencia de cara a este otoño, con el fin de que dejemos de usar colores tristes una vez se esconda el sol. Los influencers más importantes ya llevan todo tipo de prendas de esta tonalidad, y su protagonismo en las pasarelas nos indica que muy pronto lo veremos por la calle.
28 Septiembre 2018
|Atención, peligro. La moda arranca el último trimestre del año dispuesta a que nos arranquemos los ojos. El motivo, un color, pero no uno cualquiera, sino el verde blandiblú (silme green en inglés). Este verde chillón, más propio de la gelatina, de Flubber o del videoclip noventero de Katy Perry 'Last Friday Night' que de una prenda de ropa de 2018, se ha convertido en un éxito en las pasarelas y entre los influencers. ¿En qué momento hemos llegado a esto?
Hablando de influencers, la primera persona a la que vimos este año con un traje verde fue la reina Isabel II de Inglaterra. Concretamente, el 19 de mayo, en la boda de su nieto Harry con Megan Markle, aunque ese outfit estaba entre el amarillo y el verde lima, o incluso más cercano al "verde tóxico", como lo denominó la Vogue. Un mes después, durante la cuarta jornada de la Ascot Racecourse, la prestigiosa carrera de caballos en el Hipódromo de Ascot, Isabel II se decantó finalmente por el verde blandiblú con su nuevo abrigo, que conjuntaba perfectamente con su jersey y su sombrero. ¿Quiere decir que hemos copiado el estilismo de Isabel II? No es descartable.
No obstante, es necesario puntualizar que si el silme green se ha extendido es gracias a (o por culpa de) Kim Kardashian. Desconocemos si se fijó en Isabel II o si sabe quién es Isabel II, pero la mujer del rapero Kanye West lució varios modelitos de ese mismo color durante su estancia en Miami. A partir de ahí, el fervor entre influencers y famosos por el verde blandiblú ha sido imparable.
El verde blandiblú arrasa en las pasarelas
Los diseñadores han caído también rendidos ante este epiléptico tono, solo hace falta darse una vuelta por los últimos desfiles para comprobar que el slime green está de moda. Y ojo, no nos estamos refiriendo exclusivamente a modelos femeninas. Como comentamos hace unos días al analizar la gala de los Emmy, si por algo ha destacado 2018 desde el punto de vista de la moda ha sido por igualar los gustos de hombres y mujeres como nunca antes se había hecho. Ya no hay líneas rojas que separen uno y otro estilo, cada vez somos más similares en todos los aspectos, incluido el de la vestimenta.
¿Todavía no conocéis a Virgil Abloh? No tardaréis en hacerlo, pues se trata ni más ni menos que de la persona que está revolucionando la moda masculina en la actualidad, con una apuesta decidida a dejar los estereotipos de género atrás en las pasarelas. Su primera colección menswear para Louis Vuitton fue todo un éxito, y ahora las marcas y personalidades más importantes se lo rifan. Y adivinad qué, es un apasionado del verde blandiblú, como podemos ver rápidamente en su Instagram. Lo que quizás no sepáis es que su mejor amigo es Kanye West, marido de Kim Kardashian. Ahora todo cuadra.
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No sabemos si ha sido Virgil Abloh, Kanye West, Kim Kardashian, Isabel II, Hulk o Heineken, pero el verde triunfa entre las firmas célebres. Versace, MGSM o Iceberg son solo algunos de los diseñadores que han acogido con los brazos abiertos esta nueva experiencia cromática. Es verdad que de momento las marcas de gama alta son las únicas que se han atrevido con estos diseños, pero es cuestión de tiempo que el slime green se imponga y se expanda por todo tipo de tiendas, especialmente en camisetas y jerséis, las prendas más fáciles de adaptar y menos difíciles de llevar en este color. Será entonces cuando veamos un ejército de hombres y mujeres de verde blandiblú por la calle. Si el Apocalipsis no es esto, diganme ustedes qué puede ser.
Un riesgo simbólico
El advenimiento del verde blandiblú no es fruto de la casualidad, forma parte de esa reacción millennial a todo lo que había antes y que ahora le aburre. Los colores grises y pastel para el otoño-invierno son una de estas cosas. Por eso, durante los últimos años han ido probando y experimentando. Cogían un tono diferente, se cansaban de él y buscaban una evolución. Empezaron sobre 2011 con el oxblood (rojo oscuro), para pasar más tarde por el rosa millennial, el amarillo generación Z o el ultravioleta. Los nombres no son inventados.
Ahora le toca el turno al slime green en lo que parece ser la vuelta a los tonos flúor de décadas anteriores, donde quizás ni habían nacido los millennials que ahora los llevan. Conocieran o no la época ochentera y noventera, lo que quieren es escapar del correctismo de 2018. Y en ese aspecto, cualquier tiempo pasado fue mejor. ¿Nos sorprenderán con otro color el próximo año? Se admiten apuestas.