Sauna: sus beneficios para la salud

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Sauna: beneficios para la salud... y el espíritu

Para muchos, la sauna es un elemento desconocido que, sin embargo, puede ofrecer importantes beneficios para tu salud. Así funciona la sauna y, si la utilizas correctamente, estos pueden ser sus beneficios para tu salud.

Por MENzig  |  12 Noviembre 2018

¿Por qué una sauna es una opción ideal para el cuidado de nuestro cuerpo, por dentro y por fuera? Hoy os vamos a contar los beneficios para la salud y el espíritu de las saunas y cómo disfrutar plenamente de ellas.

El uso del calor como fuente para producir un efecto positivo en el cuerpo viene de siglos atrás y para muestra las termas romanas. Parece que siempre se tuvo claro este aspecto y la ciencia ha venido a ratificarlo con los años. Y ahí están las saunas, oferta fundamental de gimnasios, centros termales y spas. Nunca sudar resultó tan beneficioso. ¿Te apuntas?

Saunas, una demanda con mucha historia

Aunque hay algunas dudas sobre el origen de la sauna, lo que sí está claro es que nos lleva irremediablemente a mirar hacia Finlandia, donde es una tradición ancestral. Desde hace más de 7.000 años, está en el vocabulario finlandés el término 'löyly', que hace alusión al vapor que sale tras arrojar agua sobre piedras calientes, ritual de las saunas.

Durante siglos, las saunas se han usado para limpiar el cuerpo y purificar el espíritu. En sus comienzos eran un lugar de culto y es en el siglo XX cuando derivan en el uso lúdico y de bienestar que tienen hoy en día.

Cabina, estufa, calor y... a sudar

Una sauna no es más que una cabina de madera con bancos a diferentes alturas y una estufa que da calor al recinto. Las altas temperaturas en su interior y el calor seco serán los responsables de hacernos sudar y llevar a nuestro cuerpo los muchos beneficios que aporta una sesión de sauna.

Pero, como en todo, su uso tiene que ser correcto y en su justa medida. Y estas son las recomendaciones a seguir:

  • Ducharse previamente para eliminar posibles gérmenes y facilitar la transpiración.
  • Sentarse o tumbarse sobre el banco colocando por debajo una toalla. Además de una cuestión de higienes evitará que nos quememos con el banco.
  • No permanecer en la sauna más de 15 minutos. Lo recomendable es abandonarla en el momento de sentir sensación de agobio, que suele acompañarse de sudoración continuada. Si estuviésemos tumbados, lo mejor es incorporarnos lentamente y permanecer unos minutos sentados antes de salir de la sauna.
  • Una vez fuera, ducharse con agua fría de abajo hacia arriba. Este contraste nos refrescará y aumentará la circulación sanguínea.
  • Tomar un descanso de unos 10 minutos y volver a repetir todo el ciclo.
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La sauna debe tomarse entre 2 y 4 horas después de comida, no es aconsejable cubrir el cuerpo con prendas porque evitará la transpiración normal y, consecuentemente, el flujo de sudor, y la temperatura de la sauna debe estar entre los 80 y los 90ºC y como máximo 100ºC.

Puedes disfrutar de la sauna solo o en compañía pero recuerda no exceder los 15 minutos por sesión.
Puedes disfrutar de la sauna solo o en compañía pero recuerda no exceder los 15 minutos por sesión. Shutterstock

Beneficios de una sesión de sauna

Si estás dispuesto a sudar para mejor en cuerpo y en espíritu, sigue leyendo. En MENzig.style te contamos los aspectos beneficiosos que tu cuerpo sacará de una sauna.

Pero antes de nada te avisamos de que si pretendes hacer uso de la sauna simplemente para adelgazar o para eliminar toxinas, no merece la pena. Con respecto a la pérdida de peso, lo que pierdes con la sauna son líquidos, no grasas. Así que en el momento en que comas o bebas el peso perdido será recuperado. Y cierto es que por medio del sudor se eliminan algunas toxinas, pero es en una cantidad muy pequeña. Se eliminan muchas más a través de las heces o la orina.

Por el contrario, sí te reportará las siguientes ventajas:

Mejor aspecto de la piel

Tanto hombres como mujeres cada vez nos preocupamos más por el aspecto de nuestra piel y podemos encontrar un aliado en los baños de calor de las saunas. Los poros de la piel se abren y ayudan a hacer una limpieza de la epidermis pudiendo lucir una piel más bonita.

Relajación y facilidad para dormir

La sauna se convierte en un poderoso relajante debido a que las altas temperaturas ralentizan los impulsos nerviosos. Si a ello le añadimos que se liberan endorfinas, los mecanismos para combatir el estrés están asegurados. Y si el cuerpo se siente relajado, dormir será un placer.

Mejora la circulación

Debido a la vasodilatación, el corazón bombea más deprisa y envía más sangre a los tejidos, favoreciendo la circulación.

Ayudan a limpiar las vías respiratorias

Si estás resfriado, la sauna no te curará el resfriado pero hará que te sientas mejor.

Efecto diurético

Las saunas son un gran aliado para perder líquidos. Así que si te preocupan la celulitis y las adiposidades, déjate caer por una. Pero este efecto diurético va más allá y también repercute positivamente en el sistema locomotor y las articulaciones. La pérdida de líquidos servirá de ayuda frente a los espasmos musculares, las torceduras o la rigidez articular.

Pero ¡ojo!, cuidado con las saunas si tienes problemas de tensión arterial.

Ahora que ya conoces los beneficios y cómo debes hacer uso de la sauna, si te animas a sudar para sentirte mejor ¡adelante!

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