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La difícil elección de calzado veraniego: ¿sandalias, chanclas o alpargatas?
Un verano más, debemos tomar una difícil decisión a la hora de elegir nuestro calzado. ¿Chanclas, sandalias o alpargatas? Cada una de ellas tiene sus pros y sus contras. No todas valen para las mismas situaciones, ni son igual de frescas. Y ya de paso, si pueden ser bonitas mejor.
18 Junio 2019
|El calzado veraniego es un tema espinoso, en el que acertar no siempre es una tarea sencilla. Solo hay que preguntarles a los turistas que vienen a España, que se hacen tales líos que acaban utilizando chanclas con calcetines. Nosotros ahora somos más de calcetín largo con pantalón corto y deportivas, pero en lo que respecta al calzado de verano, en la mayoría de los casos (aunque siempre haya algún iluminado perdido), no cometemos esa aberración contra natura, contra la estética y contra tus propios pies. Pero aun superando ese primer nivel de la cutrez, también cometemos errores.
En estos meses de calor, en ocasiones agobiante, los pies son una de las partes del cuerpo que más sufren las consecuencias de las altas temperaturas. Por eso, debemos buscar el calzado más fresco posible, sin dejar de lado por ello la comodidad y la estética. Las soluciones que mejor se adaptan a esta época del año son tres: las chanclas, las sandalias y las alpargatas.. Eso sí, al llevarlos sin calcetines, con estos calzados dejamos al descubierto gran parte de la no siempre bonita fisonomía de nuestros pies, por lo que es conveniente llevarlos bien cuidados, en especial las uñas.
Tras este consejo, vayamos a lo importante. Muchos tienen dudas sobre qué llevar, porque básicamente no conocen bien qué es cada cosa. Vamos a solventar por fin las dudas.
Chanclas: para el calor extremo
Comenzaremos por las chanclas. Son las que menos tela utilizan, pues están formadas por una suela plana, de goma, que tiene el grosor suficiente para amortiguar el pie. Pero no mucho más, no es el calzado perfecto para salir a hacer footing precisamente; por lo que si vas a hacer una caminata muy larga o tienes que ir a paso ligero, es aconsejable que lleves otro tipo de zapatilla. Las chanclas son más aconsejables en caso de pasar la tarde en la playa o la piscina, o incluso para estar en una terraza.
Tienen una tira que sujeta el pie a la suela, de diferentes formas. La mayoría son chanclas de dedo o Flip-flop, cuya tira para sujetar el pie se sitúa entre el dedo gordo y los demás, pero la moda es llevar las conocidas como 'pala', con una tira más ancha de lado a lado de la suela.
Flip-flop Quiksilver Molokai
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Flip-Flop Billabong Dunes Fade
Chancla Alpha SikSilk blanca
Havaianas Aloha
Havaianas Marvel
Sandalias: más aptas para caminar
Es fácil que mucha gente no sepa definir con exactitud la diferencia entre lo que es una sandalia y una chancla. Según la RAE tampoco podemos establecer excesivas comparaciones, pues la definición es muy similar, pero la imagen que se viene a la cabeza cuando imaginas una sandalia es casi siempre parecida: una suela más dura la de la chancla, con formas y colores diversos, y cuyas tiras, casi siempre de tela o piel, permiten una mejor sujeción del pie debido a que suele haber más de una. Además, puede tener hebillas o velcro para facilitar aún más esta labor. Hay diferentes tipos, e incluso existe una variación especial para las playas con piedras, las crocs.
Pull&Bear
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Alpargatas, elegante pero no mucho
Las alpargatas serán de nuevo una de las opciones más socorridas durante el período estival que se acerca, después del boom de hace unos años. La suela de alpargata suele estar hecha de un material vegetal conocido como yute, muy duro y consistente, aunque en las de menor precio se utilizan materiales sintéticos. La zona que cubre el pie es de tela de lona, un tejido fresco y agradable, aunque no lo suficiente como para que no te terminen sudando los pies.
Alpargatas Alexis Leroy
Alpargatas verdes Castañer
Espardeña azul El Ganso
Y el sudor puede terminar deparando en olor de pies. Aunque lo peor es cuando el olor viene de forma natural, no por un zapato cerrado. En ese caso, lo más probable es que te haya tocado convivir con ese problema, aunque es posible que lo tengas sea algún hongo que podrías eliminar. No obstante, si padeces de olor de pies, puede ser interesante evitar las chanclas en espacios cerrados, a no ser que no tengas mucho aprecio a la gente de tu alrededor, en cuyo caso puedes atufarles como gustes.