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La moda masculina de comienzos de siglo: una horterada suprema... ¿con fecha de vuelta?
La moda se encuentra en continuo cambio, pero hemos vivido momentos mejores que otros. En el caso de la década de los 2000, juzguen ustedes mismos. Pero claro, eso decíamos hace no demasiado sobre la moda noventera, y ahora vuelve a estar en auge. ¿Sucederá lo mismo con la del 2000?
27 Mayo 2019
|Los comienzos del siglo XXI fueron memorables en muchos aspectos. En la economía, la burbuja inmobiliaria daba trabajo y casa a propios extraños. Tecnológicamente, fue el momento en que Internet irrumpió en nuestros hogares, poco antes de que Facebook, Youtube y las redes sociales transformaran por completo nuestras vidas. Además, artilugios como el iPod o la Playstation 2, hoy prácticamente objetos de coleccionista, constituían la última tendencia en entretenimiento. Muchos podrían aplicar sin ningún tipo de dudas aquello de "cualquier tiempo pasado fue mejor" a esta época dorada comprendida aproximadamente entre 2001 y 2006.
Pero si hay algo que casi todos querríamos olvidar de aquella feliz etapa de nuestras vidas es la moda. Muchos habréis eliminado de la faz de la tierra todas las instantáneas en las que vestíais con orgullo camisas anchas y desabrochadas hasta el extremo y seguido con vuestras vidas con la mayor dignidad posible. Para aquel que se hiciera esas mechas rubias que eran más falsas que un billete de seis euros superar semejante trauma habrá requerido casi con toda seguridad de ayuda psicológica. Sin embargo, las reposiciones de series como Aquí no hay quien viva; y los numerosos refritos musicales que siempre incluyen piezas de este tiempo no permiten que saquemos de nuestra cabeza este cuestionable estilismo.
En realidad, era un vestuario más cómodo y juvenil que el actual, sobre todo en el dirigido al público masculino, en el que la ropa ancha estaba a la orden del día y los botones de la camisa no se abrochaban ni bajo prescripción facultativa. Es el momento en el que la palabra "urbano" parecía dar una pátina de glamour a cualquier outfit ("Paloma Urban Fashion, PUF, dilo, Juan, dilo"). Ahora bien, la estética del mismo ya es más discutible.
Alex y 'Busta', dos hombres y un estilista
Los integrantes de la primera generación de 'Operación Triunfo' fueron uno de los estandartes de esta 'moda', por llamarla de alguna manera. Comenzaremos con el pelo. Como podéis ver, da la sensación de que el tema peinarse e ir de vez en cuando a la peluquería lo tenían un poco olvidado, pero nada más lejos de la realidad. Aunque querían aparentar un aire desgarbado, cada pelo tenía su lugar, y la espuma efecto mojado (la que usaba Figo) hacía el resto. El corte de Bustamante es un reducto de aquellos que pusieron de moda a finales de la década de los noventa ciertos guaperas hollywoodienses de la talla de Brendan Fraser en 'La Momia' o Leonardo DiCaprio en 'Romeo y Julieta'. Esos mechones cayendo por ambas sienes daban un aspecto de niño bueno indudable. Por otro lado, ese pendientito, que en el caso de Alex Casademunt es hasta discreto para los diamantes que se ponían otras celebrities del momento.
Como ya hemos dicho, las camisas no eran precisamente el colmo de la discreción, pues incluso la que lleva Bustamante, de color negro, tiene una especie de bordado encima que la hacen una pieza de colección de un museo de los horrores. Aunque no aparezca en la fotografía, no podemos dejar de mencionar las camisas satinadas, habitualmente de color burdeos, cuyo tejido era reciclado de un "salto de cama". Los pantalones cargo con esos cinturones anchos, hebillas que rozan la ilegalidad y mil bolsillos también eran tendencia.
'Aquí no hay quien viva', siempre a la vanguardia
Aquí podemos ver otro formato que, aunque forma parte de una serie de ficción, no se aleja mucho de la realidad de muchos famosos en esta fatídica época para el buen gusto. Americana de solapa ancha conjuntada con una camiseta blanca básica. Aunque bueno, lo de la camiseta como si fuera parte del traje todavía es habitual en algunos eurovisivos del Este de Europa, que no terminan de pasar página.
Lo más visto
Los collares tampoco pueden faltar. Si nos acercamos podremos ver que uno de ellos es un rosario de madera. Y no es que los 2000 fueran una vuelta a la más fervorosa religiosidad, nada más lejos de la realidad, pero como accesorio vivieron un momento dulce. Además, su abuela ya tuvo regalo para hacerle esas navidades.
El pelo rapado, siempre simple pero efectivo, tuvo su fuerza entre famosos de la talla de Brad Pitt o David Beckham, y Roberto no iba a ser menos, claro está.
Las gafas se merecen un capítulo propio. No existía ni existirá complemento más idóneo para pasar desapercibido. Sabrán quién eres y te verán seguro, pero pongo la mano en el fuego por que todos fingirán no conocerte si las llevas puestas. Ese cristal de color marrón degradado o el hecho de llevarlas puestas en sitios cerrados, son detalles que hacen subir los niveles de vergüenza ajena de todo tu entorno. Flaco favor nos hicieron Cristina Aguilera, Anastacia o Fergie de Black Eyed Peas poniéndolas de moda en su versión femenina.
Roberto Alonso, personaje de 'Aquí no hay quien viva' interpretado por Daniel Guzmán, en sus tres horas de fama de este capítulo, ya entendió el esperpento de esta ropa a las mil maravillas. Menos mal que su paso por el mundo del famoseo fue fugaz y pudo volver a una ropa normal al terminar el episodio.
Ricky Martin, siempre tan elegante
Ricky Martin fue un otro ejemplo a seguir del look de principios de los 2000 en clave 'latin lover', junto a otros ídolos de masas de la época como Chayanne, y su mítico 'Torero', o Enrique Iglesias quien, como su padre, decidió muy temprano que quería hacer las Américas. No obstante, a título personal diría que quien aconsejó este vestuario al cantante puertorriqueño no era amigo suyo.
Una especie de chaleco-camisa de tela vaquera y los tirantes deshilachados. En los 2000 este tejido se usaba para todo, literalmente para todo. De hecho, el Territorio Vaquero de El Corte Inglés batía récords de ventas en aquel tiempo. Todo ello por fuera de los pantalones y con tres botones desabrochados (como no podía ser de otra manera), dejando ver los pectorales que a tantos y tantas adolescentes hacían gritar de emoción. Comparte con Roberto las gafas de sol, aunque las del cantante son incluso más grandes y futuristas, con una sutil diferencia. Mientras que el personaje lleva las gafas puestas en un plató de televisión, donde el sol brilla por su ausencia, el bueno de Ricky en lo que parece un día caluroso dada su poca ropa, lleva las gafas de sol en la cabeza. La moda y la lógica muchas veces no van de la mano.
Lo más nuevo
No hay mejor carta de presentación para un futbolista
De esta guisa se presentó David Beckham al reconocimiento médico con el Real Madrid. Pantalones vaqueros y ajustados en la cintura, pero de campana, con las rodillas rotas, americana blanca con camisa abierta por lo menos tres botones e idéntico color. Parece que es imposible una combinación más atroz, pero hubo quien hizo demasiado caso a Juanes y se puso camisa negra con americana blanca, por lo que habrá que concederle al inglés el indulto por aparecer por Madrid así. Un pendiente que pese a la lejanía de la fotografía se ve más claramente que la ya de por sí cantosa chaqueta, y una melena recogida en coleta.
Podemos ver también que no era común la barba en ninguno de los cuatro casos. La filosofía metrosexual, capitaneada con honores por Mariano Delgado de 'Aquí no hay quien viva', se encontraba en pleno apogeo. Por ello, quienes llevaban barba, o vello corporal de cualquier otra índole no estaban en la onda. También fue entonces la primera vez que escuchamos y asimilamos como nuestro el término 'six pack', cuadraditos que adornaban esos apolíneos torsos depilados y bronceados hasta la extenuación de las estrellas, y por consiguiente de muchos de sus admiradores.
'Preisha Preisha numa numa yay'
Como colofón de lujo, el grupo rumano O-Zone, nos dejó en el año 2004 una de las perlas musicales más recordadas del pop de esta época. Nadie sabe cómo llegaron a ser un éxito tal, pero aún hoy recordamos con cariño aquella canción que muchos teníamos de politono en nuestro primer móvil y todos hemos cantado en alguna ocasión. Hablamos de 'Dragostea din tei', una obra maestra de la música y del estilo a partes iguales.
Pantalones blancos, anchos, de campana. Camisas aún más abiertas que en España, debe ser que el calor es aún mayor en Rumanía. Y esos tirantes que les servían para sujetar... nada. Los llevaban colgando con el único objetivo, tal vez, de llegar a tropezarse si se da el caso.
A pesar de lo dicho, todos sabemos que la moda es cíclica. Sin ir más lejos, ahora todos aspiran por lucir los productos que eran habituales en los noventa, por lo que posiblemente no tardaremos mucho en ver un sucedáneo de lo ya explicado en nuestras calles (si empezáis a ver a Kidd Keo o Yung Beef con un estilo más propio de 2002, encended las alarmas). Además, la moda femenina, que suele ir más adelantada que la masculina, ya ha rescatado algún cliché de los 'Early 2000's' como los pantalones de campana y talle bajo, lo que solo puede significar una cosa, que muy pronto veremos estos 'modelitos' de vuelta.
Si eres de los que guarda todo en el trastero en vez de tirarlo, échale un ojo porque puede ser tu día de suerte y que ya tengas la ropa más 'cool' de las próximas temporadas.