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Manifiesto en favor de la originalidad en Halloween y en contra llevar el disfraz de Joker
¿No os da pereza pensar la cantidad de disfraces de Joker que veremos en Halloween? La mayoría terminará cogiendo manía al personaje y al disfraz, y el que lo lleve pasará totalmente desapercibido. Todavía estamos a tiempo de revertir la situación.
| 30 Octubre 2019
Tendemos a sobrevalorar al ser humano. Y demasiado, además. Al fin y al cabo, no dejamos de ser un animal con unas costumbres aún más ridículas que el resto de mamíferos. Me apuesto lo que sea a que ellos nunca continuarían votando a PSOE o PP después de 40 años, ni seguirían las modas más ridículas como un mantra inapelable, ni se pondrían para Halloween el disfraz más mainstream que hubiera disponible, ni... espera, quedémonos ahí. Porque de eso vamos a hablar hoy, de Halloween, sus disfraces y un problema de la sociedad que hay que erradicar cuanto antes.
Nos referimos, como habréis podido adivinar, al de llevar el disfraz de moda y repetir así el atuendo de millones de personas. Porque disfraces hay muchos y para todos los públicos y economías. Incluso los tenemos (y muy elaborados, dicho sea de paso) para parejas o grupos. En un mundo utópico y feliz, cada uno tendría la capacidad de pensar en un atuendo diferente para la noche de brujas. Pero pedirnos esa capacidad en pleno 2019 significaría desconocer la historia de la humanidad, y comprobaremos el 31 de octubre cómo la originalidad brilla por su ausencia en Halloween.
Un problema agravado en la actualidad
Por una parte, es lógico. Siempre ha habido etapas en las que un disfraz ha tenido más trascendencia. Piratas, zombies, vampiros... En cada década que pasaba había un ganador, pero ante todo había un equilibrio, un equilibrio que hemos perdido en los últimos años.
Vivimos en una sociedad (buena pista) en la que las modas han perdido toda durabilidad. Hoy no podemos vivir sin esa canción, personaje o meme, y mañana no nos acordamos de que siquiera existió. Internet y las redes sociales nos está llevando a una velocidad vertiginosa en todos los ámbitos de nuestra vida, también en este sentido. Lo que en enero era lo más 'trendy', en mayo está 'demodé'. Y, aparte de por toda la producción que generan las redes, que nos impulsan a un fanatismo de usar y tirar, también es posible que influya la intensidad con la que nos aferramos a una moda cuando está en todo lo alto. Así es imposible mantenerla un tiempo decente.
Esto también afecta a los disfraces. ¿Que 'La Casa de Papel' se vuelve un éxito internacional y la gente entona el 'Bella Ciao' despojándole del sentido original de la canción? Pues acompañemos esto de miles de trajes idénticos, monos rojos con la identificativa careta de la serie. ¿Que 'It' vuelve a ser un fenómeno viral? Pues a ver más payasos reunidos que en el coche diminuto de Krusty.
Y precisamente de payasos va este artículo, pero no de Pennywise. Vamos a detenernos en el personaje más imitado en la noche de brujas, el Joker.
Lo más visto
No seáis uno más, por favor
El posiblemente mayor y mejor villano (ahora antagonista) de cualquier cómic habido y por haber lleva despertando interés, simpatía, admiración e incluso adoración desde junio de 1940, cuando apareció en el primer número de Batman. Tiene el honor, por tanto, de ser un clásico de la cultura popular, y por ende, de Halloween.
Pero en 2008, con el éxito de 'El Caballero Oscuro' y de la interpretación de Heath Ledger, la figura del Joker vivió una nueva edad de oro que terminó de explotarse en 2019, con la historia de cómo Arthur Fleck se convirtió en el sanguinario asesino que todos conocemos en una película que no ha dejado indiferente a nadie.
Entre eso y que su estreno ha sido el mismo mes de octubre, el fenómeno Joker ha llegado a este Halloween posiblemente en su punto más álgido desde 1940. ¿El problema? Que nuestras calles se llenarán el 31 de pintura blanca y roja, y en algunos casos, de tinte verde. No, en serio, chicos, antes de que os empecéis a maquillar, pensad si realmente vale la pena formar parte del rebaño y dejar un mínimo indicio de originalidad en el cajón. Al principio será muy divertido intentar imitar a vuestro ídolo (en caso de que seas de lo que desean ver el mundo arder), pero cuando llegues al metro y veas otros Joker esperando en el andén, posiblemente mucho más currado que tu cosplay, te entrará el bajón de manera directa. Y todavía te quedan 6 horas de pasar totalmente desapercibido.
Ni siquiera podrás darte el gusto de bajar unas escaleras como el Joker al final de la película para subirlo a Instagram. Estarán todas llenas entre gente sentada fumando y otros imitadores que habrán tenido la misma idea que tú. ¿Qué raro, no? ¿quién se lo iba a imaginar? En definitiva, que pasarás una noche de mierda, hablando claro, por culpa de lucir el mismo disfraz que el 90% de la población. Hazte un favor a ti mismo y al resto de los que salgamos esa noche y búscate algo diferente. Joker solo debería haber uno, no 300 en cada discoteca. Sé original, demuestra que esta sociedad aún tiene esperanza. Aunque eso no es lo que querría el Joker, claro...