¿Qué fue de los metrosexuales? La moda de principios de siglo que la barba enterró

No hay nada como quedarse sin planes por una pandemia global para echar la vista atrás. La mayoría han recordado durante estos meses aquellos tiempos en los que se podía salir en grupo, ir de festivales, o dar un abrazo a un amigo o a un random. Los nostálgicos pro han ido más allá y han estado hablando constantemente en redes sociales sobre las series y programas que había antaño y lo mucho que las echamos de menos, precisamente en el momento en el que hay más calidad y variedad seriéfila en la historia. Y luego estamos nosotros, que pensamos en la redacción en cosas como "oye, ¿qué fue de la metrosexualidad?".

Pero ahora en serio, ¿qué fue de la metrosexualidad? Para aquellos que no lo recuerden, la metrosexualidad fue prácticamente una forma de vida que se puso muy de moda en la década de los 2000, y que consistía en el culto al cuerpo masculino. Depilación, cremas, gimnasio, bronceado y una vestimenta acorde eran las consignas principales de todo metrosexual que se preciara. El hombre empezó a gustarse a sí mismo, en un paso fundamental, al margen de toda la excentricidad que salió de ahí, hacia la liberación masculina.

El gran precursor de esta corriente en España fue David Beckham. La estrella mediática del Real Madrid cambió las reglas del fútbol y se consolidó como ese futbolista-marketing que cuidaba su cuerpo y su cara porque le reportaban más beneficios de lo que ganaba en el Madrid de los galácticos, que no debía de ser poco. A partir de ahí, se creó toda una cultura metrosexual a la que se adhirieron muchos hombres y chicos jóvenes. La metrosexualidad ponía cuestiones sobre la mesa que no se habían planteado nunca: ¿por qué en los hombres estaba tan mal visto cuidarse una mínima parte de lo que la sociedad había obligado a hacer a las mujeres?

Sin embargo, si la Historia del Arte nos ha enseñado algo, es que toda corriente tiene su cénit y un contrapunto que surge con la misma energía. La década de 2010 dio paso a la cultura hipster, al estilo desaliñado y a la adoración por las barbas, sin las que ya no podemos vivir. Sin embargo, eso no quiere decir que hayamos dejarnos de cuidarnos, sino todo lo contrario. Nuestro aspecto físico nos importa más que nunca, y eso es herencia de la ruptura con la tradición que supuso la metrosexualidad.

Pero entonces, ¿por qué ya nadie se define como metrosexual? ¿ha desaparecido la metrosexualidad, o simplemente se ha normalizado e integrado en la sociedad masculina? En el vídeo que podéis ver un par de párrafos arriba lo debatimos, también disponible en YouTube. Algo tenemos que hacer para olvidarnos durante un rato del coronavirus, y nada como recuperar momentos icónicos del pasado para conseguirlo.